Belchite 'El Viejo'

Se podía respirar en el aire el olor a sangre, a mi lado veía caer a gente de todas la edades, mi amigo Lucas, la panadera del pueblo, mi tío... Para mi sorpresa no lloraba, quizás fuera porque sabía que no podía desmoronarme, tenía una misión: proteger a mi hermano pequeño e intentar salir sanos y salvos para luego reencontrarnos con nuestra mamá...
Así pasaron dos días, y de pronto el silencio añorado... Aún estuve varias horas sin moverme, como si por salir más tarde pudiera evitar lo que nuestros ojos verían... Al final me decidí, cogiendo a mi hermano de su manita (habiéndole vendado los ojos con un trozo de mi vestido, pues era muy pequeño para ver ciertas cosas que no entendería, porque ni yo lo logro entender...), "Mamá, mamá..." Anhelaba y deseaba con todas mis fuerzas verla, para intentar llevar una vida lo más parecida a la de antes... Pero nadie respondía a mi llamada. De pronto, girando la esquina de la calle en la que vivíamos, muy cerca de la iglesia, a lo lejos conseguí divisar un cuerpo tirado en el suelo, ensangrentado. Era nuestra mamá, lo sabía por el anillo que llevaba en su mano izquierda, se lo regaló papá cuando eran novios y nunca se lo había quitado... Su bello rostro había quedado desfigurado... pero el anillo la delataba... Qué sería de nosotros ahora? Mi hermano y yo sin familia, nos veíamos solos en este mundo lleno de dolor... Mis piernas no me respondían, caí de rodillas y de repente... unas lágrimas asomaron por mis ojos... Tenía que ser fuerte... pero necesitaba ese momento...