28 noviembre, 2007

Somos Mente

La certeza de que tan sólo somos lo que pensamos, así como la relación directa y única del poder de los pensamientos en nuestro cuerpo y estado de ánimo, se hace más patente con lecturas del tipo de la última que he acabado ('El alma está en el cerebro', de Eduardo Punset). Tal libro puede incidir a modo de 'autoayuda' incluso, si la persona que lo lee está pasando algún bache emocional, pues el mismo asegura con certeza y respaldado con análisis científicos (gracias a la moderna neurociencia), que si cambiamos nuestro 'chip cerebral', cosa harto complicada pero posible, podemos llevar una vida tan placentera como queramos.

Del libro en cuestión, que recomiendo personalmente a todo el mundo, pues hace incapié en un punto de vista del ALMA tan moderno y diferente a lo que antaño se creía, tiene algo muy positivo, y es el dar a entender que todo sentir de cualquier desdicha humana, grave y no tan grave, puede mitigarse incluso exterminarse de nuestro cuerpo/mente con tan solo proponérnoslo. Sería adaptar una filosofía adecuada como modo de vida, y con tan solo éste gesto muchas cosas tornarían a verse más claras.


Según la recopilación de datos experimentales de este ensayo, no sólo la genética influye (que si lo hace) en nuestro comportamiento y predisposición de cara al mundo, es la conjunción entorno/genética la que más bien nos influye, así como todo tipo de sucesos que hayamos podido vivir. Con lo cual, es muy difícil que tan solo heredar ciertos genes ya se pueda determinar la conducta de alguien.


También explica que hay comportamientos agresivos, que muchas veces vienen causados por una malformación del cerebro, el lóbulo prefrontal juega un papel primordial. Se expone muy bien todo tipo de factores y cualidades de nuestra mente/cerebro, todo para intentar comprendernos mejor.


Una cosa que me llamó la atención es la modernidad de la neurociencia (no se porqué la databa de más atrás), así como alguna anécdota como la que citan del comienzo del estudio de este órgano.


Curioso aunque no por ello sorprendente, fué leer que antaño, los médicos necesitaban experimentar con cadáveres, pero nadie donaba su cuerpo, así que los saqueadores de tumbas se llevaban buen sueldo con los finados hurtados. Y como siempre aquí el dinero y la 'clase social' hace mucho, los ricos protegían las tumbas de sus muertos, mediante vigilancia nocturna... Los pobres sin embargo no podían y muchas veces se llevaban la desagradable sorpresa de ya no poder llorar en la tumba a sus muertos. Todo tiene sus contras también, y es que tanto experimentar con cuerpos desnutridos, hizo que se consideraran erróneamente como 'tamaños estándares', los de muchos órganos. Todos sabemos que no es igual de grande algunos órganos(de una persona que ha sido bien alimentada, fuerte, con buena vida), que de alguien que haya llevado una vida pobre, ésto antes no se sabía.


El caso es que cuando un niño tenía algún problema de salud, y se le tenían que hacer pruebas y radiografías... hubo casos de comparación de su timo (glándula) con el timo que había sido observado en los cadáveres. No se contó con la posibiliad de que el tamaño de esta glándula podría ser bien diferente en alguien pobre que en alguien rico, por lo que se llegó a diagnosticar y tratar a muchos bebés por enfermedades 'del timo' ausentes (que por comparación se veían de un tamaño grandioso), provocándoses por desconocimiento del doctor cánceres... Ésto no viene a ser mas que una anécdota, pero que deja en entredicho muchas veces que la ciencia ha sido, y es en muchos campos todavía experimental, por lo que sus conclusiones hay que contrastarlas continuamente, y más cuando el campo a observar sea nuestro más preciado y desconocido órgano, nuestro Cerebro.


Así que como bien termina el libro positivamente, aprovechar y vivir al máximo cada pequeño momento de tu día a día, pues la felicidad permanente es un estado utópico, es más bien el cómo vivimos lo que nos da un estado más armonioso y de plenitud.

25 noviembre, 2007

Los viajes de Hernán Zin


Desde aquí, ya hacía tiempo que quería dejar mi humilde opinión y agradecimiento por la labor de algunas personas, que nos permiten conocer con exactitud las desdichas diarias que viven tantos semejantes, no sólo niños, sino también mujeres, ancianos, hombres... seres vivos al fin que no han nacido como una mayoría por contra, la cual posee ya desde que nace una oportunidad de ser y vivir la vida como decida. Estas personas, que habitan lugares inhóspitos, llevan una vida carente de sentido, no saben lo que es una sonrisa, un abrazo sincero de alguien, no saben lo que es poder dormir a pierna suelta durante horas porque sus tripas no le resuenan en la noche pidiendo ser llenas, pero lo peor que quizás puedan padecer estas personas, es la carencia de esperanza en sus vidas, de ser privados desde su nacimiento de la posibilidad de tener sueños y metas en su vida futura, se encuentran inmersos en una desdicha de la cual no pueden salir, o quizás si aunáramos fuerzas entre todos esto ya no sería una utopía para ellos...

Entre ellos, quiero dar un gracias al equipo que ha hecho posible esta idea, y como no al reportero, Hernán Zin. De casualidad me enteré que había una serie producida por 20 minutos para internet, en la que mediante pequeños reportajes en diferentes países del tercer y cuarto mundo, dejaban ver el día a día de muchas personas, para los cuales, cada día es una lucha de supervivencia, nada más. 

Los reportajes son cortos pero enseñan lo justo, ni más ni menos, son una pequeña denuncia a la falta de vergüenza de algunas personas que desde el poder que albergan, son incapaces de hacer algo por cambiar esta tragedia, no por desconocimiento de lo que sucede, sino por egoísmo, porque es más fácil poner esfuerzo en llevar a cabo empresas que le van a ser más fructíferas personalmente.

Y digo yo,  si son humanos estos personajes que piensan solo en el dinero, y en acaparar cada vez más aún a costa de otros (debo reconocer que dudo en ponerles el apelativo de 'humanos'), la sensación de sentir que se hace lo posible por ayudar al prójimo, ¿no debería ser la más gratificante de todas, la más humana y la más memorable?

Así que desde aquí, un GRACIAS  a los partícipes de esta idea, así como los responsables de que se haga posible. Ellos sí saben lo que merece la pena.

23 noviembre, 2007

RECUERDAME CUANDO TE OLVIDE

Mi querida flor,
¿Así es como te llamaba verdad? Ya me perdonarás que sólo recuerde el pseudónimo y no la causa. Como genio de la deducción que eres, en seguida al leer estas letras te habrás dado cuenta, sí, mi carcelero interno me ha dado unas horas libres y es permisivo en hacerte llegar este trocito de mis recuerdos fallecientes. ¿Cuántos me quedan? No saben decírmelo, ni siquiera confirmar con certeza qué mal padezco.
¿Sabes que el otro día vino una señora a preguntarme qué tal estaba? No sé porqué, pero su mirada estaba bañada en lágrimas, se la veía sufriendo y haciendo esfuerzos por contener su rabia. Le pregunté el motivo de su desdicha, y sólo me dijo una cosa: 'Si tu supieras... ¿me perdonarías?'
Tal no es el motivo de esta carta, tu bien lo sabes mi niña, porque eres tu mi niña verdad? Aunque quizás tenga la esperanza de que tu conozcas a esa mujer, y pudieras ayudarle. Su cabello rubio, corta y moderna melena, ojos verdes intensos, y una mirada triste e inolvidable. Pregunté en recepción por su nombre, me dijeron que respondía a Cándida. ¿Tu sabes porqué ese nombre me produce nostalgia? Yo no tengo ni idea, pero como bien sabes últimamente no puedo estar segura ni si es de día o de noche. Carlos te dirá cómo era, le dije que vendrías a investigar el tema. Como siempre, espero puedas echarme una mano.
Desde hace cosa de unas semanas en el centro pasan cosas muy extrañas. Ya no sólo que Jorge le guste enseñar sus posesiones masculinas por doquier, como bien sabrás su particular encanto personal lo pierde cuando se empeña en mostrarte sus atributos..., la doctora Francy más de una vez me ha dicho que está harta de tanto interés que tiene, ah, y nada impresionada. La Señora Dolloway ya sabes, sigue llorando porque todo el mundo piensa y confirma que es inglesa, cuando ella dice que es española por los cuatro costados. Y que decir de Luisito... sigue diciendo que el doctor Juanjo es un marciano que viene a 'observar' al ser humano, con fines secretos y malévolos... Yo la verdad muchas veces no sé bien que hago aquí, aunque he de confesarte que les he cogido cariño a todos ellos. Me llaman 'la mami', y yo los adoro, bueno, ya sabes bien lo sensiblera que soy, cariño.
Como te contaba, aquella mujer me dejó muy impresionada, me contó que era primordial supiera lo que hizo y la perdonara, pero o bien no recuerdo ya qué hizo o bien no acabó contándomelo. Más que intrigarme sus supuestas fechorías me amarga más no saber quien es... Paco mi compañero de habitación me dió su opinión, ya sabes que nunca sabe guardársela, dice que es muy guapa la niña, y que sus instintos varoniles creía tenerlos dormidos ya hasta que la vió aparecer por aquí... ¡Qué cosas dios...! Pero bueno, le perdono porque como tu ya sabrás, muchas veces me ha salvado de abrasarme con el café matinal, tras mi empeño misterioso de arrojármelo encima (no sé porqué lo hago, aunque no puedo dejar de sentirme un tanto avergonzada por ello).
Cuando vengas, ¿querrás hacerme el favor de preguntarle al doctor cuándo me darán el alta? Como sabes bien, estoy aquí por decisión propia pues me persiguen de la Policía Secreta. Mi empeño juvenil en ir en contra de toda ley y no acatar órdenes de nadie, me supuso muchos desencuentros. Pero Ramón me dijo el otro día que ya estaba a salvo, algún tarado fue preso en mi lugar, creo que es algún pretendiente secreto que debo tener por ahí, y que intenta hacerme un favor tan grande para que pueda llegar a quererlo. Créeme, tengo mis certezas y estoy casi segura de quien es, pero es un secreto shhhh.

Te espero mi niña, cuando puedas como siempre,
Un beso y ya sabes nuestro código, 'tres CK'

Cándida no pudo evitar llorar al leer la carta de su madre, añoraba tanto la que fue, le quedaba tan poco de aquella mujer que la adormecía en la noche con su delicada voz, que la arropaba, y que la aconsejaba en todo... Dos palabras resonaban en su cabeza, ¿podrás perdonarme? Y es que necesitaba su perdón, pero jamás se lo daría ya su madre, no, si ni siquiera la reconocía. ¿Cómo contarle que su querido nieto murió por su descuido? Pensó... 'mamá murió hará 2 años ya, de repente y sin previo aviso, y tal nieto para ella no existe ya. Para aquella avejada mujer ya solo existe un presente fugaz y versátil, una vida de espionaje inventada, y una hija que hoy la tiene, y mañana no...'