22 abril, 2006

"Atisbos de Supervivencia"

Pocas veces me ocurría, y ya hacía 2 meses cuando aquella tarde de otoño, sentada en un banco ensimismada en mis pensamientos, que quedaban suspendidos como aquellas hojas que revoloteaban a mi alrededor. El cierzo las mecía durante aquellos instantes que parecían confabular a mi favor (estación otoñal que tanto me gustaba pero con un viento cálido, había tenido suerte ese día tras haber recibido su llamada, aquella que tanto añoraba...)

Pensaba y me decía a mi misma 'Es hora de tomar una determinación, tomar las riendas de mi vida y empezar a hacer lo que siempre me hubiera gustado hacer' Por qué cuando alcanzo pensamientos de este tipo, dejo otra vez que se escapen y vuelvan los malos? Acaso estoy destinada al fracaso y a la desesperación? ¿Acaso voy a ser incapaz por siempre de salir de esa insana desgana vital?

Tenía la costumbre de sentarme en aquel banco, situado justo al lado del Kiosco del Parque, curiosa la vida, pues cuando uno acostumbra a frecuentar un lugar como hacía yo, a una hora determinada, siempre se encontraba con caras conocidas, conocidas sin haber hablado con ellas. La mamá con su hija que siempre compraba la revista 'Hola' después de recoger a su niña del colegio; el anciano de andares juveniles y por lo visto ávido de lectura visual para adultos; el joven deportista y deduzco emprendedor por las revistas que siempre compraba... ¿Cómo es posible que a veces se sepa más de la vida de unos desconocidos que de los familiares y amigos? Quizás los ojos nos digan muchas veces más que el propio oido...

Mientras pensaba en ello lo vi pasar, siempre con cara airosa y muy seguro de si mismo, poseía todo lo que yo anhelaba, confianza y pasión, sobre todo ese fervor con el que se tomaba la vida y todo lo que en ella acontecía. Dejándole un hueco para que se sentara, no sin antes moverme hacia el lado opuesto de donde estaba sentada (nunca había conseguido quitarme la manía de situarme a la derecha de mi interlocutor. Pequeñas rarezas de esas de las que tantas tenía...) No fué necesario que dijera nada, que le hiciera 'la pregunta', él sabía lo que estaba esperando hacía tiempo, lo había averiguado observándome calladamente, me entero que es algo que suele hacer y me ruborizo con sólo imaginármelo... No podía creerme que por fin algo me estuviera saliendo bien, con su mirada me decía lo que yo había estado esperando hacía tiempo, o bien sería mi imaginación? No quería arriesgarme, siempre he preferido caminar sobre seguro, pero sí... estaba en lo cierto... extiende su mano en la que descansa un papel. Sin hablar, leyéndolo me sentía como si por arte de magia hubiera conseguido plasmar mis pensamientos en aquella hoja, nos miramos y lo supe... ya todo tenía sentido por primera vez en mi vida...


1 Comments:

At 2:24 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Esta muy bien lo has escrito tu?

 

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