23 noviembre, 2007

RECUERDAME CUANDO TE OLVIDE

Mi querida flor,
¿Así es como te llamaba verdad? Ya me perdonarás que sólo recuerde el pseudónimo y no la causa. Como genio de la deducción que eres, en seguida al leer estas letras te habrás dado cuenta, sí, mi carcelero interno me ha dado unas horas libres y es permisivo en hacerte llegar este trocito de mis recuerdos fallecientes. ¿Cuántos me quedan? No saben decírmelo, ni siquiera confirmar con certeza qué mal padezco.
¿Sabes que el otro día vino una señora a preguntarme qué tal estaba? No sé porqué, pero su mirada estaba bañada en lágrimas, se la veía sufriendo y haciendo esfuerzos por contener su rabia. Le pregunté el motivo de su desdicha, y sólo me dijo una cosa: 'Si tu supieras... ¿me perdonarías?'
Tal no es el motivo de esta carta, tu bien lo sabes mi niña, porque eres tu mi niña verdad? Aunque quizás tenga la esperanza de que tu conozcas a esa mujer, y pudieras ayudarle. Su cabello rubio, corta y moderna melena, ojos verdes intensos, y una mirada triste e inolvidable. Pregunté en recepción por su nombre, me dijeron que respondía a Cándida. ¿Tu sabes porqué ese nombre me produce nostalgia? Yo no tengo ni idea, pero como bien sabes últimamente no puedo estar segura ni si es de día o de noche. Carlos te dirá cómo era, le dije que vendrías a investigar el tema. Como siempre, espero puedas echarme una mano.
Desde hace cosa de unas semanas en el centro pasan cosas muy extrañas. Ya no sólo que Jorge le guste enseñar sus posesiones masculinas por doquier, como bien sabrás su particular encanto personal lo pierde cuando se empeña en mostrarte sus atributos..., la doctora Francy más de una vez me ha dicho que está harta de tanto interés que tiene, ah, y nada impresionada. La Señora Dolloway ya sabes, sigue llorando porque todo el mundo piensa y confirma que es inglesa, cuando ella dice que es española por los cuatro costados. Y que decir de Luisito... sigue diciendo que el doctor Juanjo es un marciano que viene a 'observar' al ser humano, con fines secretos y malévolos... Yo la verdad muchas veces no sé bien que hago aquí, aunque he de confesarte que les he cogido cariño a todos ellos. Me llaman 'la mami', y yo los adoro, bueno, ya sabes bien lo sensiblera que soy, cariño.
Como te contaba, aquella mujer me dejó muy impresionada, me contó que era primordial supiera lo que hizo y la perdonara, pero o bien no recuerdo ya qué hizo o bien no acabó contándomelo. Más que intrigarme sus supuestas fechorías me amarga más no saber quien es... Paco mi compañero de habitación me dió su opinión, ya sabes que nunca sabe guardársela, dice que es muy guapa la niña, y que sus instintos varoniles creía tenerlos dormidos ya hasta que la vió aparecer por aquí... ¡Qué cosas dios...! Pero bueno, le perdono porque como tu ya sabrás, muchas veces me ha salvado de abrasarme con el café matinal, tras mi empeño misterioso de arrojármelo encima (no sé porqué lo hago, aunque no puedo dejar de sentirme un tanto avergonzada por ello).
Cuando vengas, ¿querrás hacerme el favor de preguntarle al doctor cuándo me darán el alta? Como sabes bien, estoy aquí por decisión propia pues me persiguen de la Policía Secreta. Mi empeño juvenil en ir en contra de toda ley y no acatar órdenes de nadie, me supuso muchos desencuentros. Pero Ramón me dijo el otro día que ya estaba a salvo, algún tarado fue preso en mi lugar, creo que es algún pretendiente secreto que debo tener por ahí, y que intenta hacerme un favor tan grande para que pueda llegar a quererlo. Créeme, tengo mis certezas y estoy casi segura de quien es, pero es un secreto shhhh.

Te espero mi niña, cuando puedas como siempre,
Un beso y ya sabes nuestro código, 'tres CK'

Cándida no pudo evitar llorar al leer la carta de su madre, añoraba tanto la que fue, le quedaba tan poco de aquella mujer que la adormecía en la noche con su delicada voz, que la arropaba, y que la aconsejaba en todo... Dos palabras resonaban en su cabeza, ¿podrás perdonarme? Y es que necesitaba su perdón, pero jamás se lo daría ya su madre, no, si ni siquiera la reconocía. ¿Cómo contarle que su querido nieto murió por su descuido? Pensó... 'mamá murió hará 2 años ya, de repente y sin previo aviso, y tal nieto para ella no existe ya. Para aquella avejada mujer ya solo existe un presente fugaz y versátil, una vida de espionaje inventada, y una hija que hoy la tiene, y mañana no...'

6 Comments:

At 11:01 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

¡Qué alegría leerte de nuevo! Ya se te echaba de menos, Karuna :)

Y el regreso por la puerta grande: una historia preciosa, aunque a su vez, y por su propia naturaleza, muy triste.

Dicen que aquello que no podemos recordar es como si no existiese, que las cosas sólo son porque las recordamos...

Un besico

 
At 11:55 p. m., Blogger Gonxalo Oyanedel dijo...

Creo que acotar algo sería una imprudencia; con todo, es bueno leerte otra vez.

 
At 4:00 p. m., Blogger Pilar M Clares dijo...

Me gusta muchísimo el género epistolar, es un formato literario que adoro porque la palabra se hace más que nunca comunicación directa, y porque me siento receptora siempre, recojo el mensaje. Tengo cartas que recibí desde los ocho años. Bonito este textop, Karuna. Muchos besos

 
At 7:47 p. m., Blogger Karuna dijo...

Hola Agustín, en verdad pienso que la mente lo es todo, si la perdemos... creo que es el peor mal que se puede padecer. Como bien dices, si no se recuerda algo es como si no se hubiera vivido, y la peor parte se la llevan tus cercanos.

Un abrazo,
karuna

 
At 7:52 p. m., Blogger Karuna dijo...

Gonxalo, muchas gracias por pasar por aquí, aunque no entendí lo de que sería una imprudencia... :-)

Un saludo,
karuna

 
At 7:54 p. m., Blogger Karuna dijo...

Hola Pilar,

Muchas gracias por tu comentario, en verdad el verbo es más directo, es fácil que el lector se sienta receptor, y éso puede ser muy interesante, verdad? Me alegra te guste.

Un besote,
karuna

 

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