12 septiembre, 2006

Fragilidad del Alma

Miedo, a veces ira, tanta que se daba miedo a sí misma, frustración cada vez más permanente, pozo de tristeza en el que se veía sumida cada vez más a fondo, locura transitoria y pensamientos en continuo movimiento provocándole sensación de vértigo. Hasta cuándo? Se preguntaba en sus pequeños momentos de lucidez, quiero saber disfrutar de la vida, de las pocas y escasas oportunidades que proporcionaba el día a día, de encontrar en algo o alguien ese anhelo y sentimiento que todo hombre desea alcanzar de forma permanente, esperanza. Esperanza de seguir adelante, de querer dejar de ser un trozo de carne sin alma, un alma yerma y sin atisbos de vida o resurgimiento, bien en la infancia ella sabía que su vida había sido totalmente diferente. En cuanto a su postura personal ante ella, quizás porque no había sido todavía testigo de tantas injusticias de la vida, quizás por ello estaba más predispuesta a ver antes los pros que los contras, o incluso omitir estos últimos, de sólo con ver que comenzaba el otoño (su estación favorita) sentirse completamente llena, de tan sólo escuchar un comentario aprobatorio de su papá y sentirse la niña más afortunada del mundo... Y es que, qué fácil era contentarse entonces, y qué difícil lo era ahora. Pero por qué?

Ella era consciente de que actualmente mostraba un completo cuadro psicológico para necesitar incluso acudir al psicólogo, o a algún tipo de terapia alternativa. Pero cómo no podía salir ella sola si antes, durante sus años de niñez añorada, siempre salía airosa de cualquier acontecimiento cargado de intenciones maliciosas para su alma? A su vez, no entendía cómo había personas que paseaban por las calles de su ciudad, y ni se paraban a mirar ni quiera al pobre niño arapiento que pide en la esquina, o bien ayudar al ajado señor que no tiene fuerzas ni para seguir adelante, o cómo había gente con la capacidad intacta de sentirse dichoso, cuando minutos antes había visto en tv la barbarie de tierras no tan lejanas?
Se preguntaba si en verdad la felicidad aparente de mucha gente era tal, o bien se 'autoengañaban'. Si tal era la maldad o indiferencia de algunas personas, o bien todo era producto de su egoismo, que les llevaba a suplir pensamientos negativos, lastimeros, por otros que les hacían la vida más agradable. No entendía nada...
Y así un día, al enchufar la tv, con el telediario del mediodía ya comenzado, una primera imagen, que la acompañaría durante todo el día, dió un giro radical a su existencia, pues veía que tenía derecho a poder sentirse con esperanza, con ilusión por la vida, pues todos lo hacían, incluso los más desdichados. Aquella niñita morena de etnia africana, que reposaba su cabecita en los hombros de su madre angulosa por el hambre ,sonreía, estaba feliz a pesar de la pobreza que la rodeaba, y eso le hizo recordar su felicidad inherente durante su niñez... Era consciente al fin de que el 'entorno' no mancilla la ingenuidad infantil, la felicidad sin consciencia del mundo que nos rodea, es el paso del tiempo y sus acontecimientos brutales los que nos cambian... El alma nace fuerte como un roble, tanto en África como en Nueva York, son las nefastas consecuencias que provoca el paso del hombre por la tierra, las que la hacen frágil, nosotros mismos estamos apagando nuestras Almas, y con ellas la Esperanza.
Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.

En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés.

8 Comments:

At 4:02 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

No puedo evitar ver la continuidad con tu post anterior... ¿acaso no estamos hablando de los efectos que el paso del tiempo, la vida a fin de cuentas, causa en nosotros? Tic-tac... PArA por favoR!!

En cualquier caso, sin esos cambios, la vida sería muy aburrida...

Un besico

 
At 4:13 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Claro que sería muy aburrida. Son esas cosas 'diferentes' que te ocurren de vez en cuando, las que ofrecen muchas veces algo de ilusión...
Besotes,

 
At 4:15 p. m., Blogger Buhorojo dijo...

Hola Karuna:
Concuerdo con Agustín en el sentido que la vida sería muy aburrida e insulsa sin los cambios propios del crecimiento humano...que él lo asimilima al tiempo...
Pero hay un trasfondo hermoso en tu post, el de la inocencia y la empatía que tenemos cuando somos niños, no nos precupaban las cosas de los adultos, que dicho sea de paso, hoy, nos hemos equivocado más de lo que debieramos en nuestras convivencias individuales y colectivas.
El niño vive y disfruta de su vida, además es la única etapa de nuestras efimeras existencias en que no nos importa si tal o cual tiene dinero o poder para estar con el.
Se cumple el presagio biblico que Dios nos crea a su imagen y semejanza.. imagen y semejanza que posteriormente algunos perdemos.
Buen dia Karuna, ha sido un gusto visitarte.

 
At 10:30 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Los seres de alma frágil son los más delicados, los más vulnerables, pero casi siempre también los más valiosos.

Beso orgiástico.

 
At 12:37 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Exacto Buhito, ojalá pudieramos seguir siendo niños!!

Besotes ;-)

 
At 12:38 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Cuánto tiempo Ella!!

Y qué bonito lo que dices, así es muchas veces..
Besazos ;-)

 
At 7:30 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

El miedo, dice Krishnamurti, es un invento del pensamiento, lo cual significa que nuestros miedos los inventamos nosotros, que son una construcción nuestra. Esa construcción está hecha sobre la base de la experiencia anterior de cada uno, sobre la base de algo que nos pasó en relación al objeto temido y qeu nos dejó esa impronta, marca, huella o señal. El miedo se genera a raíz de una situación de peligro inventada por el pensamiento.
Así como el susto sirve para protegerte de algunos peligros, algunos miedos sirven para prevenir determinados daños.

 
At 5:36 p. m., Blogger Nancy GD dijo...

Sí, todos nacemos niños sinónimo de entusiasmo, y en el entorno de los adultos presurosos por llegar a algún lugar que desconocen se rompe la fragilidad de la inocencia infantil para dejar a un ser preparado para ser un adulto, un adulto colmado de ego, con un alma olvidada hermetizada, y es entonces cuando comenzamos a formar parte de este mundo, parte de la carrera de la humanidad que corre desbocada hacia un no se que, y es entonces cuando ya no hay tiempo de maravillarse por las cosas sencillas de la vida y es el momento en que la vida pierde su sentido. Vivamos como niños para preservar eso que llamamos valores pero que yo llamo la misión de la humanidad. Nancy Galicia.

 

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