31 julio, 2008

La inigualable Greta

Hará un tiempo llevo aficionándome a visionar películas 'clásicas', esto cuando el preciado y escaso tiempo libre me lo permite. Si bien al principio, como profana en la materia comencé a ver todo tipo de películas catalogadas como antiguas, en blanco y negro, ya bañadas en color tras pasado un tiempo de su proyección... comencé en seguida a decantarme especialmente por unas en concreto. ¿Cuáles? Debo confesarlo, ella me ha cautivado, la fuerza de su mirada, así como su glacial rostro y ademanes. La 'Greta', conocida también como 'la divina' o 'la mujer que no ríe', ha conseguido todavía tenga más afición por este mi nuevo hobbie, y es una pena que (por lo que leí sobre ella) hubiera dejado de trabajar como actriz tan pronto, justo cuando estaba en la cúspide de su fama, a los 36 años.
Supo como nadie crear un halo de misticismo y unicidad a su derredor, y esto lo reflejó en todas sus películas. Poseedora de un carácter frio, amante quizás de la soledad y alejándose voluntariamente de la fama que la persiguió hasta sus últimos días, no pudo evitar ser blanco de continuos rumores hacia su persona, sobre todo de índole sexual.

Quizás ambigua en sus gustos amatorios, quizás demasiado reservada, o bien tan solo una fachada, la verdad es que fue una pena se marchara tan pronto del cine, y nos abandonara ella así como su arrolladora presencia.
Ella solía decir 'quiero estar sola', pero nosotros no supimos dejarla.

30 julio, 2008

La impronta de la ignorancia

La transformación de mi ciudad en estos últimos años, ha sufrido un cambio espectacular. Podría hablarse de una modernidad novel a los ojos de mis vecinos, unas riberas si no impecables al menos presentables, un aire diferente. Ahora bien, también podría hablarse si es esa la intención, del porqué de la dejadez en el pasado, el descuido evitable y despreocupado en el que se mantenía nuestro río, que viene a ser una impronta clave de Zaragoza, así como otras tantas mejoras en las infraestructuras (accesos a la ciudad, salidas de la misma que pedían a gritos hace ya tiempo fueran atendidas)... Y yo me pregunto, ¿será que ganar un proyecto como la EXPO ha despertado el ingenio de los que están al mando?

El tránsito del antes y el después, tiene como pareja de baile los atascos en el tráfico rodado, así como los atascos mentales, inevitables e impertinentes, de muchos de mis paisanos, que aturdidos por el ruido nocturno del evento vecino claman al cielo sin ser oídos. Si bien es cierto que para la economía de nuestra ciudad pueda ser positivo, pues supondría entrada de dinero mayor a la acostumbrada, tiendo a pensar que no es para tanto, pues no nos habían comentado que tal entrada conllevaría necesariamente una salida de dinero previa de los ciudadanos, pues subir ha subido todo.

Así que, si ya hemos sufrido (y seguimos sufriendo), obras numerosas por toda la ciudad, que conllevan un fastidio generalizado (teniendo mis serias dudas de que luego acabe el evento vaya a quedar algo de positivo). Si nos han taladrado ideas e ideas relacionadas con la macroexposición en nuestras ya torturadas cabezas (cada uno con sus particulares motivos), si nos han prometido el oro y el moro hasta la saciedad, como resultado de lo que iba a venir... si bien a éstos y más atropellos nos habíamos llegado a acostumbrar, para que mis oídos quedaran indignados al escuchar del alcalde actual de Zaragoza Juan Alberto Belloch (puesto de discutible merecimiento, aunque ésto sería otro discurrir), su exhortación a los ciudadanos maños de que su visita a la muestra se realizara mejor entre semana (pues los fines de semana hay problemas por la cantidad de gente que acude). Ejem... entonces o bien me queda ir en mis vacaciones, si considero debo obedecer a este señor, o pedir permiso en el trabajo para que me dejen ir...
Y digo yo... entre otras cosas... no deberían haber preparado a la EXPO para los casos de masivas visitas, ya considerándose desde sus cimientos como un GRAN ACONTECIMIENTO?? :-/

28 julio, 2008

Crimen y Castigo, de Fiódor Dostoievski



Hará unas semanas que terminé este entrañable libro, espectacular a mi modo de ver por la forma de desarrollar el lado introspectivo del personaje, sus deseos inconfesables y todo proceso mental que pueda seguirle.

¿El fin justifica los medios? Quizás es una de las preguntas que de forma más insidiosa ha transitado por mi cabeza durante su lectura. Si bien tengo claro que no sería justo ni razonable que la respuesta fuera una afirmación, leyendo el tormento 'mental' al que se somete voluntariamente Raskolnikov por encontrar una respuesta adaptable a sus acciones, no he podido evitar sentirme angustiada por el pobre joven.

Personalmente el autor ha conseguido que se le coja cariño a sus protagonistas, de forma que cuando el destino inevitablemente atrapa al verdugo, no pueda evitar sentirse cierto desazón. Lo más increíble quizás de la historia, es cómo incluso cuando llega a pagar por su crimen, Raskolnikov sigue defendiendo su inocencia, basándose en una teoría sorprendente que lo exime de culpa (teoría que no desvelo aquí, pues seguro que quizás haya gente que no lo haya leído pero en ciernes se atreva).

Como pincelada, mucha fuerza desprende su lectura, gran capacidad de abstracción respecto de lo material, para adentrarse (como casi ninguno) en los recovecos del alma humana, tan sencilla a veces y tal complicada y tortuosa otras.

Lo mejor a mi modo de ver, que parece que no tenga solución el alma de Raskolnikov, cuando poco a poco se ve que va recuperándose y retornando al camino de la correción moral, gracias al amor que llega a sentir por Sonya. Un amor 'nuevo' así como sanador.

¿Lo habéis leido? ¿Qué opináis de la teoría de Raskolnikov?