13 mayo, 2006

MUKHTAR MAI, UN SÍMBOLO CONTRA LO ABSURDO

Absurdas, por desgracia muchas veces, hay muchas cosas en esta vida. Lo malo es cuando el sin sentido es causa de dolor, de injusticias que truncan la vida de miles de inocentes, de repente un día su vida cambia, se levantan y su vida da un giro de 360º, deseándose muchas veces que vuelva esa monotonía prófuga por la fuerza, que nos hastía muchas veces pero preferible ante muchos casos.

Y si hablamos de injusticias, por enumerar me llevaría días, meses, años hacerlo aquí, por eso decido al menos hacer mención de una, motivada tras una reciente lectura de esas tantas que me hacen aborrecer muchas veces lo que el género humano es capaz de hacer, muchas veces producto de una ignorancia, ignorancia también de saber que son ignorantes, y por ello sin buscar solución ya que no ven el problema. Hablo de Pakistán, y más concretamente del castigado sector femenino ( no sólo en esta región eso ya se sabe).

Mukhtar Mai fué condenada a ser violada por cuatro hombres, motivo? algo absurdo de lo que además ella no era la autora... Su hermano se había 'atrevido' a dirigirle la palabra a una 'mastoi' (allí una mujer de casta superior), por lo que su hermanita de 28 años que hasta entonces enseñaba el Corán a los niños fue condenada por el consejo tribal a la pena más humillante, la 'violación colectiva'. Y así, fué como la vida de esta muchacha y de miles cada año en estos países subdesarrollados da un vuelco de la noche a la mañana, típico de zonas rurales de Pakistán, los asuntos de honor son resueltos mediante la violencia contra las mujeres (echarles ácido a la cara, violación, muerte...) Y digo yo, de verdad no ha habido nunca en ningún momento algún atisbo de cordura en las mentes de estos personajes, que encima tienen la creencia de que actuan por honor??

Pero Mukhtar fué valiente, y en cuenta de suicidarse como hacían muchas muchachas tras sufrir situaciones humillantes de este estilo, se atrevió a denunciar y acudir a los tribunales, a pesar de la policía corrupta del país y de las escasas posibilidades que se le presentaban de que pudiera ser escuchada. Desde entonces, ésta heroína ha conseguido fundar una escuela en su país, gracias al dinero que se le dió por compensación a la humillación que sufrió (si es que suplió la desdicha de ese momento), una escuela con el fin de que las niñas no sufran más su pesadilla, así como un centro de ayuda a la mujer.

" Iba por el camino de tierra, seguida por mi padre, mi tío y Ghuulamnabi, amigo de otra casta, que había hecho de intermediario en las negociaciones. Temían por mi seguridad. Yo, sin embargo, avanzaba con una especie de inconsciencia infantil.
Empiezo a oir voces de hombres encolerizados. Son más de un centenar, quizá 150, reunidos cerca de la mezquita, y en su mayoría mastois. Ellos dominan la jirga (el consejo tribal). Ni el imán puede con ellos. Delande de mí sólo están el jefe de la tribu, Faiz Husein, y sus cuatro hermanos armados con fusiles y una pistola.
Llevo un pañuelo que despliego a sus pies en signo de fidelidad. Recito de memoria un versículo del Corán . A continuación pido perdón.
Mi voz no tembló. Levanté los ojos y esperé, pero Faiz no dijo nada, sólo sacudió la cabeza con desprecio. Ninguna salida. Ningún ruego posible. Fué allí donde me violaron, sobre el suelo apisonado de un establo vacío. Cuatro hombres. No sé cuánto tiempo duró esa tortura infame. Una hora o una noche."